martes, 31 de enero de 2012






















Cuando Rafael el Gallo conoció a Ortega y Gasset preguntó "¿quien es aquel gachó?, ¿a que se dedica, con esa pinta que tiene de estudiao?" a lo que le contestaron que era filósofo "¿y ezo que e lo que e, joe?" volvió a preguntar, a lo que le explicaron que los filosofos son la gente que se dedica a pensar. "¡Hay gente pa to!" se limitó a contestar.



















Hoy me tocó abrir un par de botellas de Châteu Pape Clement de 1990 (unos 200 pavos la botella si se logra conseguir en tienda). Se las bebieron acompañando a unas hamburguesas que aunque me quedaron cojonudas, en mi humilde opinión no estaban en consonancia con el vino. Ayer preparé de una pieza, un trozo de 750 gr. de lomo bajo de novillo argentino... GLORIOSO... lo acompañaron con agua. "¡Hay gente pa to!" que razón tenía don Rafael.



















Por la tarde amasé pasta para las niñas y me enfrenté a otro lomito de novillo.



















Por lo demás, creo que estoy en racha. La escapada con el presi me sentó de maravilla. Mucho cine, algo de música en directo. Poco más que contar.



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domingo, 15 de enero de 2012

Días de menos estrés con tiempo para cocinar a los amigos que, a pesar de las quejas, se siguen dejando poco.

Nos hinchamos a aperitivos y repetí lengua, esta vez con setas y guisantes (de verdad). Corrió el vino blanco tanto que nos olvidamos del postre... extraña borrachera.



















Ha nacido una nueva estrella... el defensor del auténtico gintonic, un pequeño gigante que promete acabar con el esnobismo que rodea el cocktail de moda... nos tomamos más de uno y acabamos por los suelos... un puto desastre...
























El otro día tuve que hacer soufflé de queso para las niñas... ¿Que se pensaba señora, que iban a cenar una tortillita francesa como el resto de niños madrileños?



















Ay mujer, que inocente... ¿y entonces para que tienen cocinero? je, je, je.... plato resultón donde los haya, muy rico, aunque prefiero cosas más normalitas.



















Estos espaguetis a la boloñesa cada vez me gustan más... sencillos, abundantes y sabrosos.



















No se como hacer para dejar de usar los mantelitos de encaje marca de la casa... me dan un poco de grima. ¿Y la bandeja dorada? ¡OUCH!

Postre nuevo; después de la prueba piloto que hice para el congreso hispano-áleman de Lavapiés, presenté en sociedad esta tarta de calabaza... buena recién hecha, exquisita varios días después...



















Tercer round en quince días de alcachofas con almejas... cada vez mejores...


















Pizza para la noche del domingo.... ¡pida la suya señora! redonda, sabrosa, crujiente, calientita... cada vez tengo más claro que lo mio es poner un carromato en la plaza, justo a la salida del teatro Valle-Inclán... arancini, pizza, tacos y antojitos mexicanos... seguro me forro, ¿alguien se apunta?

















miércoles, 4 de enero de 2012

Creo que he sobrevivido a las fiestas. Han sido días caóticos y aunque he terminado con las manos llenas de magulladuras, el cerebro frito y los nervios destartalados, la experiencia ha sido buenísima y aquí seguimos (moi et mes fantômes).

Con el frío he tenido oportunidad de sacar comida contundente, apta para almas atormentadas... entre cabreos, gritos, sonrisas (verdaderas y falsas), palmas y jaleos he estado más de una vez a punto de degollar a alguna chacha con mi cuchillo más afilado, pero he podido gozar cocinando guisos míticos.

Insistiendo, rogando de rodillas y con mucha mano izquierda, he conseguido que me compren huesos decentes para el cocido.





































El marmitako es uno de los platos que pagaría por preparar. Sublime recién hecho, insuperable recalentado y en formato takeaway para los estómagos que no pueden asistir a probar semejante delicia.



















Aunque ya me traen huesos, no soy capaz de que me traigan buenas lenguas* así que tuve que mandar un mensajero clandestino a buscar estas linduras al mercado de Antón Martín.



















Hay detalles que no tienen precio. ¡GRACIAS!

Estofadas con poquita verdura fueron la delicia de algunas de las escopetas más finas del Reino.



















Compitieron en plan bufette con estos solomillos de jabalí en su salsa que tuvimos que "engordar" con zanahorias al recibir al doble de invitados de lo previsto.



















Siempre disfruto haciendo risottos... este de setas quedó buenísimo... las chachas disfrutaron con las sobras.


















Un pastel de carne con su puré gratinado.



















Aunque soy más de guisotes, he tenido que ir sacando cosas igual de buenas pero más a tono con las encopetadas fechas que nos abandonan.

Esta ensalada de perdiz en escabeche fue festejadísima.
























Más setas, a la plancha con huevo escalfado.



















Humeantes alcachofas con almejas.


















Estos cabrones me dieron algún disgusto en el peor de los momentos y como no nos pusimos de acuerdo en como servirlos se fue todo un poco al garete; pero me divertí mucho metiéndoles una brocheta metálica por el culo a cada uno aún vivos y antes de sumergirlos en agua hirviendo (para que no se retuerzan y queden derechitos una vez cocidos)... me consuelo pensando que son terroristas reencarnados.



















Varios días cociné en el campo con instalaciones de lujo, en la foto aprovecho la amplitud de la cocina para desglasar una bandeja.



















¡Que no falten aperitivos!

Samosas de morcilla con melocotones. Aunque fueron paridas por los dioses en Can Alf en Tomelloso siguen disputándose la patente.
























Tejas de parmesano (aka chicharrones de queso) con tar tar de atún rojo.



















Los últimos meses he ido dando vueltas a la tatín de manzana hasta que ha quedado decente, dorada y jugosa





































Me faltaron muchas fotos... con mi atrofiada memoria recuerdo de pasada picantones y pulardas rellenas, un flan embrujado de castañas, otro de dulce de leche, tiramisú, carnes, pescados, verduras, cremas, ensaladas... bla, bla, bla...

Queda la fiesta de reyes pero entre indisposiciones y agendas apretadas va a ser muy poca cosa. Aunque las del a casa de enfrente se han convertido en mis ángeles de la guarda, supongo que seguiré en pie de guerra con las chachas. A ver si logro enfrentarlas... je je je... ¡divide y vencerás!

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*Las malas no hay que traerlas, me mientan constantemente