domingo, 15 de enero de 2012

Días de menos estrés con tiempo para cocinar a los amigos que, a pesar de las quejas, se siguen dejando poco.

Nos hinchamos a aperitivos y repetí lengua, esta vez con setas y guisantes (de verdad). Corrió el vino blanco tanto que nos olvidamos del postre... extraña borrachera.



















Ha nacido una nueva estrella... el defensor del auténtico gintonic, un pequeño gigante que promete acabar con el esnobismo que rodea el cocktail de moda... nos tomamos más de uno y acabamos por los suelos... un puto desastre...
























El otro día tuve que hacer soufflé de queso para las niñas... ¿Que se pensaba señora, que iban a cenar una tortillita francesa como el resto de niños madrileños?



















Ay mujer, que inocente... ¿y entonces para que tienen cocinero? je, je, je.... plato resultón donde los haya, muy rico, aunque prefiero cosas más normalitas.



















Estos espaguetis a la boloñesa cada vez me gustan más... sencillos, abundantes y sabrosos.



















No se como hacer para dejar de usar los mantelitos de encaje marca de la casa... me dan un poco de grima. ¿Y la bandeja dorada? ¡OUCH!

Postre nuevo; después de la prueba piloto que hice para el congreso hispano-áleman de Lavapiés, presenté en sociedad esta tarta de calabaza... buena recién hecha, exquisita varios días después...



















Tercer round en quince días de alcachofas con almejas... cada vez mejores...


















Pizza para la noche del domingo.... ¡pida la suya señora! redonda, sabrosa, crujiente, calientita... cada vez tengo más claro que lo mio es poner un carromato en la plaza, justo a la salida del teatro Valle-Inclán... arancini, pizza, tacos y antojitos mexicanos... seguro me forro, ¿alguien se apunta?

















1 comentario:

  1. Me sigo muriendo de envidia y desde luego que la propuesta de la fusión méxico-hispana-italiana para una taberna con el toque casero de la posada será todo un éxito...
    El Presi

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