jueves, 5 de julio de 2012

Coincidiendo con el XX aniversario de la muerte del genio pasamos las últimas tres noches al calor del vino blanco y los gin tonics.  Ayer, finalmente se nos fue la mano y la resaca no se hizo esperar. Hoy he tenido un día horrible.  Además de soportar tres amagos de pota más o menos serios y de lidiar con el fantasma de Juan Charrasqueado, he tenido un nuevo enfrentamiento con el colectivo de mis amores.

Una vez más, mis queridas chachas, decidieron congregarse en la cocina a despechugar al prójimo a grito pelado, por lo que les pedí que no gritasen a lo que la más brava me contestó "¡PO-DE-MOS gritar sin nos da la gana!", le explique que me dolía mucho la cabeza a lo que contestó con más gritos, unos cuantos improperios y una mirada satánica que me dejó hundido. Le dije que me parecía bien, que podían seguir gritando y felizmente se fueron con la música a otra parte.

Las muy cabronas siguen urdiendo nuevas estrategisa para robar los postres que hago casi siempre un día antes de servirlos así que me las tengo que ingeniar para buscar nuevos escondites.  Las tartas acaban en los armarios de la vajilla de plata y ayer tuve que guardar un arroz con leche en la nevera de los vigilantes ante el temor de un nuevo saqueo.


Solo desisten de comer más postre cuando queda algo menos de media ración ¿por dejar para los demás? ¡NO señora, no sea ingenua! para no lavar la bandeja.  El ogro que llevo dentro sigue contenido pero me quedan dos meses de lujurioso romance con estas señoras y francamente no se que pasará.

Sigo cocinando y así sobrevivo.  Estos días me han venido a ver los duendes y me esta saliendo casi todo riquísimo, aunque el otro día se me fue la mano con la pimienta y los niños a los que alimento hicieron huelga de hambre.


Esta fugazzeta voló en segundos.  Yo, aunque nunca ceno en el trabajo, me zampé un par de porciones ante la mirada desafiante de mis queridas compañeras que no se conforman con un par de pizzas margaritas recién horneadas.  "Es que nos gusta probar de todo" dicen.  Mi voz interior lanza tal cantidad de burradas que temo que un día la escuchen y directamente me maten.



A la carne de estas hamburguesas le añadí cerveza en vez de cognac y salieron de muerte.  Es una pena que la mayoría de la gente a la que le sirvo se las coma a pelo y sin pan.

Llevaba meses queriendo hacerle una foto a esta ensalada de queso de cabra.  


Hoy me parí estas fabes con calamares.  estaban buenas, aunque creo que debido a la resaca quedaron justitas.  Tendré que volver a ello.


Pronto me iré a trabajar a la playa.  Lo necesito.  El cuerpo me pide mar, un poco de aislamiento y una tostada con zurrapa colorada.

2 comentarios:

  1. ¡Hasta la victoria SIEMPRE!
    http://www.youtube.com/watch?v=26jEjJWeuzU&feature=related
    Disfrute usted,
    El PRESI

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