Creo que he sobrevivido a las fiestas. Han sido días caóticos y aunque he terminado con las manos llenas de magulladuras, el cerebro frito y los nervios destartalados, la experiencia ha sido buenísima y aquí seguimos (moi et mes fantômes).
Con el frío he tenido oportunidad de sacar comida contundente, apta para almas atormentadas... entre cabreos, gritos, sonrisas (verdaderas y falsas), palmas y jaleos he estado más de una vez a punto de degollar a alguna chacha con mi cuchillo más afilado, pero he podido gozar cocinando guisos míticos.
Insistiendo, rogando de rodillas y con mucha mano izquierda, he conseguido que me compren huesos decentes para el cocido.
El marmitako es uno de los platos que pagaría por preparar. Sublime recién hecho, insuperable recalentado y en formato takeaway para los estómagos que no pueden asistir a probar semejante delicia.
Aunque ya me traen huesos, no soy capaz de que me traigan buenas lenguas* así que tuve que mandar un mensajero clandestino a buscar estas linduras al mercado de Antón Martín.
Hay detalles que no tienen precio. ¡GRACIAS!
Estofadas con poquita verdura fueron la delicia de algunas de las escopetas más finas del Reino.
Compitieron en plan bufette con estos solomillos de jabalí en su salsa que tuvimos que "engordar" con zanahorias al recibir al doble de invitados de lo previsto.
Siempre disfruto haciendo risottos... este de setas quedó buenísimo... las chachas disfrutaron con las sobras.
Un pastel de carne con su puré gratinado.
Aunque soy más de guisotes, he tenido que ir sacando cosas igual de buenas pero más a tono con las encopetadas fechas que nos abandonan.
Más setas, a la plancha con huevo escalfado.
Humeantes alcachofas con almejas.
Estos cabrones me dieron algún disgusto en el peor de los momentos y como no nos pusimos de acuerdo en como servirlos se fue todo un poco al garete; pero me divertí mucho metiéndoles una brocheta metálica por el culo a cada uno aún vivos y antes de sumergirlos en agua hirviendo (para que no se retuerzan y queden derechitos una vez cocidos)... me consuelo pensando que son terroristas reencarnados.
Varios días cociné en el campo con instalaciones de lujo, en la foto aprovecho la amplitud de la cocina para desglasar una bandeja.
Los últimos meses he ido dando vueltas a la tatín de manzana hasta que ha quedado decente, dorada y jugosa
Me faltaron muchas fotos... con mi atrofiada memoria recuerdo de pasada picantones y pulardas rellenas, un flan embrujado de castañas, otro de dulce de leche, tiramisú, carnes, pescados, verduras, cremas, ensaladas... bla, bla, bla...
Queda la fiesta de reyes pero entre indisposiciones y agendas apretadas va a ser muy poca cosa. Aunque las del a casa de enfrente se han convertido en mis ángeles de la guarda, supongo que seguiré en pie de guerra con las chachas. A ver si logro enfrentarlas... je je je... ¡divide y vencerás!
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*Las malas no hay que traerlas, me mientan constantemente
mamita... parece que hubo ritmo! La presentasión de la morcilla con melocotón me parece sublime, a pesar de ser un poco kirch para la ocación. jeje
ResponderEliminarEspero que tengas un eselente 2012, el año de la gallina desplumada!
ABRAZO!!
Todo riquísimo aunque en algún momento se presenta acelerado.
ResponderEliminarLa morcilla con melocotón exquisita... soy testigo del día de su patente en Can Alf, un 25 de agosto de 2010. Aun siento su sabor aunque me gustaría volver a probarla, así como algunos de tus buenos guisos que se van viendo.
Feliz año y un besote. Susana y Alf.