viernes, 8 de julio de 2011

Cura de humildad después de 10 días cumbre.

No les importó a los dioses que resolviera el capítulo postres con recursos sencillos y sabrosos, no les importó que carnes, pescado, verduras, arroces, pasta, y demás preparaciones salieran de la cocina a la altura de las expectativas de los exigentes paladares que alimento.... no les importó que rompiera el récord de velocidad haciendo albóndigas en salsa... se sirvieron de mi ego para que preparara la peor masa de pizza que recuerdo haber probado. El tomate frito hecho en casa resultó espectacular, la pizza prometía; visualmente era perfecta: rústica gordita, doradita coloradita. El aroma era bestial. El pan salió sabrosísimo... pero ¡AY! con textura de chicle...

Cosas del directo (y creo que de la levadura)... por suerte adultos, niñeras y casi todo el personal de servicio cenaron fuera. Mis niños se la comieron sin rechistar y dieron las gracias educadamente.

Una piedrilla en el camino. Lo mejor, es que estp hace que se me olvide lo bien que me quedó la comida. Mitigue las penas en el cine.

En fin... esta es la posada, cumbre del fracaso y todos sus derivados... pasen y vean... mañana más, el espectáculo debe continuar.

Sigo sin fotos. Me quedé sin batería y no he sido capaz de cargarla.

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